Hoy he visitado con mi familia la Mezquita de Córdoba. Llevaba tiempo sin ir y, en estos tiempos de cambio, está cambiado todo el sistema de acceso, para mi gusto para peor. Como todo el mundo sabe, dentro de la mezquita se encuentra la catedral, monumento pastiche de estilos y ejemplo de mal gusto, que desentona dentro de la sobriedad del estilo arquitectónico de la parte árabe. Por antigüedad, proporción e importancia, debe ser considerado dicho monumento como mezquita, la gran mezquita de Córdoba, aunque muchos de mis conciudadanos la llamen catedral.
Dentro de la libertad religiosa que existe en España y de la aconfesionalidad del Estado, se produce la curiosa incoherencia de que el único rito público que se puede celebrar dentro de la mezquita es el católico, aunque la catedral ocupa menos de un 10% del total de la Mezquita. Pues bien, se celebra durante toda la mañana del domingo misa, y en estas horas es imposible la visita, salvo que quieras entrar a oír misa. Hace unos años no era así. Quién quería iba a misa, que se celebraba en la nave de la catedral y que se encuentra aislada pese a estar en el centro de la mezquita, y el que no quería oír misa podía visitar la Mezquita, que insisto es el verdadero monumento.
Entiendo que si algún musulman quiere puede realizar rezos privados dentro de la Mezquita, pero que yo recuerde no se ha celebrado ningún acto religioso distintos de los católicos.
Ahora la Iglesia es dueña y señora de la mezquita de Córdoba, por encima de los cordobeses y del derecho de visita a un monumento histórico artístico y maravilla de la humanidad, pese a que esa misa se podría celebrar en cualquiera de las cientos de iglesias que hay en Córdoba, algunas verdaderamente valiosas desde el punto de vista artístico, en contrapunto con la nave catedral.
Además, aviso a todos los visitantes, si se va acompañado con los hijos y estos son menores de 14 años y todavía no tienen el carnet de identidad, se debe ir con el libro de familia, ya que no se entiende que si vas con un menor éste pueda ser tu hijo. Así que todos pertrechados con el libro de familia para demostrar que el niño es tuyo. Se entiende para los cordobeses, que tenemos el acceso gratuito, cuando monseñor no tenga a bien celebrar misa.
Espero que en algún momento se acabe con ese monopolio injusto e injustificado y se pueda disfrutar del templo como monumento por quien quiera y cuando se quiera, resultándome escandaloso que todavía existan esas prerrogativas que únicamente crean aún más separación entre la iglesia y el pueblo, al que deberían acercarse, aunque la mayoría de las veces parezca lo contrario.
sábado, 28 de noviembre de 2009
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