sábado, 16 de febrero de 2013

YO QUIERO QUE EL PP ME INDEMNICE


Según nos hemos enterado estos días, el Sr. Bárcenas ha cobrado 400.000 € en concepto de finiquito por su despido ¿No dijeron que había renunciado? En caso de renuncia o baja voluntaria ¿hay derecho a indemnización? Creo que no, al menos en el derecho laboral que yo conozco.

Más allá del hecho de que se haya fraccionado el pago, cosa harto habitual, o que se haya cotizado a la seguridad social, cuestión ilegal a todas luces, yo me fijo en la cantidad, 400.000, repito, CUATROCIENTOS MIL EUROS, porque me resulta escandalosa. 

¿No habíamos quedado que los políticos lo son por amor al servicio público y ayudar a los demás y nunca por hacerse ricos? ¿No ganarían mucho más dinero en la actividad privada? Que me muestren qué empresa privada indemnizaría a un trabajador suyo con esa cantidad, y la pregunta fundamental ¿Cuánto ganaba el Sr. Bárcenas para que la indemnización “pactada” haya alcanzado la cuantiosísima cifra de CUATROCIENTOS MIL EUROS?

Quizás estemos algo insensibilizados y no se haya hablado de la cuantía por haber escuchado ya demasiadas veces indemnizaciones escandalosas de politiquillos metidos a banqueros en las politizadas cajas de ahorro, que se lo han llevado crudo y han acabado millonarios, pero es que, a costa de que me tachen de demagogo, lo que Bárcenas ha recibido es más de 52 veces el SMI anual sólo en concepto de indemnización.

Si Bárcenas ha estado unos 20 años en el PP y suponiendo que la indemnización pactada ha sido la máxima legal a la que tenía derecho, resulta que este señor cobraba la friolera de unos 160.000 € al año. Para llegar a ese cálculo he aplicado que en 2010 la indemnización estaba establecida en 45 días de salario por año de servicio prestado, hasta un máximo de 42 mensualidades, aunque Bárcenas sólo tendría derecho a unos 900 días de salario de indemnización, lo que supondría unas 29 mensualidades.

Sí, CIENTO SESENTA MIL EUROS, que no está nada mal, desde luego que no, sobre todo para un señor que llevaba la contabilidad a mano, en una libreta cuadriculada, como la llevaba el tendero de mi pueblo. 

Pero, además, se ha publicado que el presupuesto del PP viene a ser de unos 20 millones al año. Cualquier tesorero de una administración pública que maneje un presupuesto similar no gana ni la tercera parte que el Sr. Bárcenas. También se nos puede decir que además era el gerente y, claro, la pregunta es obligada, en una organización en la que hay un presidente, una secretaria general, varios vicepresidentes, coordinadores, secretarios ejecutivos ….., ¿qué hace o le queda por hacer a un gerente? O ninguno hace nada o poco.

Además, en el organigrama del PP, el tesorero y el gerente, que nuevamente son la misma persona, aparece en el nivel 12º y 13º respectivamente. 

Sólo cabe hacerse unas cuantas preguntas: ¿Por qué tanto dinero para un puesto como el suyo? ¿A qué se debe un sueldo tan alto como ese? ¿a otros servicios? ¿Es posible que el sueldo fuera menor pero se pactara una indemnización que superaban los 45 días de salario por año de servicio? Y en ese caso ¿por qué una indemnización mayor? ¿Cuánto ganan todos los que están por encima en el organigrama del partido? 

Si además, este señor era Senador ¿Cómo podía compatibilizar ambos sueldos? 

Si ardemos por dentro de ira por tanto escándalo ¿Por qué no nos acercamos a todos éstos que nos encienden a ver si ellos arden con nosotros?

MISTERIOS DE LA NATURALEZA


Con toda probabilidad, estamos ante un caso digno de “Cuarto Milenio”. El señor que confunde un puesto de empleado de una empresa privada con un empleado público, o sea, con un funcionario, el mismo que dice que por un finiquito se está pagando seguridad social e IRPF durante más de dos años, cuando cualquier alumno de derecho y la mayor parte de los trabajadores saben que las indemnizaciones por despido no cotizan por estar exentas (al menos dentro de los 45, hoy 35, días de salario por año de servicio), el mismo que se le ocurrió decir que si despedían a un trabajador después el Juzgado te obligaba a readmitirlo (que se lo digan a los casi seis millones de parados ¿quién los ha readmitido?) ese fenómeno del conocimiento jurídico, ese político de alto fuste, resulta que es doctor en derecho.

No lo he citado antes pero no me refiero a otro que a Don Carlos Floriano. No es el único de entre los políticos que me provocan vergüenza ajena cada vez que los oigo hablar. Da igual el signo político, la vergüenza ajena está en todos los barrios. Tampoco es el primero y, a bote pronto, recuerdo a Pepiño, Cipriá, la Pajín, la Aído, la Villalobos y no quiero recordar más, pero hay muchos.

Siempre me he parado a pensar cómo podían llegar este tipo de personas a las cúpulas de los partidos, o incluso a ministros, pero no llegaba a una solución. A la vista de cómo está la política y España, sigo sin saber bien cómo medran pero sí tengo clara la consecuencia de sus altos vuelos. Y la sufro.

Pero éste al que me refiero ahora, el sr. Floriano, me ha llamado la atención por la sarta de errores garrafales en los que ha incurrido en pocos días. Me parece todo un iletrado. Sí. Lo más sorprendente es que es doctor en derecho, profesor de la universidad de Extremadura y sacó sobresaliente en su tesis “cum lauden”. http://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Floriano

Igual está equivocada la wikipedia pero, por si acaso no yerra, a partir de mañana me quito la toga y me hago fontanero.